miércoles, 18 de febrero de 2009

EL EXTRANJERISMO EN ESPAÑOL EQUIVALE A PRÉSTAMO

El término extranjerismo se designa a aquellas palabras que toma un idioma de otro, manteniendo la misma estructura. En español encontramos un sinónimo de extranjerismo el cual es "préstamo lingüístico". En función de la procedencia del préstamo se le denomina de una forma u otra, así, si el préstamo procede del latín se denomina "cultismo", si es del francés, lo llamaremos "galicismo", si se trata de una prestación inglesa se llamará anglicismo, y así encontraremos numerosas prestaciones que el español toma de otras lenguas. A parte de la diferenciación en cuanto a la procedencia, también hay que hacer una distinción en cuanto a la forma, es decir, se puede tratar de un préstamo léxico o semántico. En cuanto al primero, se añade al idioma receptor la morfología y la definición de la palabra tomada, por lo que el idioma se adapta a la pronunciación original y a la representación ortográfica. Por ejemplo: en inglés scanner se traduce en español como escáner. Y en cuanto al préstamo semántico, se refiere a la incorporación del significado de una palabra procedente de un país extranjero al idioma que acoge el préstamo.
Existe además un extranjerismo llamado xenismo, que consiste en la conservación de palabras íntegras de otra lengua. En español, tomamos palabras íntegras del inglés como son chalet o gay.Estos préstamos que toma el español de lenguas vecinas, suponen un problema a la hora de hacer sus plurales puesto que un número considerable de individuos no sabe como realizarlo o lo hace mal, derivando en la formación de palabras inexistentes o designando una terminación que no se corresponde con su contenido. En este pequeño reportaje, intentaremos aclarar los plurales de algunos de nuestros vocablos latinos. Para ello, tomaremos como ejemplo algunas palabras como "referéndum", "currículum", "ultimátum"…Estas palabras suelen llevarnos a numerosos errores, puesto que nuestras tendencias nos llevan a una mal formación de su plural, y un gran porcentaje de individuos caen en este error. El plural de referéndum es "referéndums"; de "ultimátum", "ultimátums", y de "currículum", "currículums". Estas palabras han sido adaptadas al español, de forma que el plural de referendo es referendos y el plural de currículo, currículos. Hay una excepción, que surge cuando decimos “los currículum vitae”, pues al ser una expresión hecha, la palabra “currículum” es invariable.
Estos que hemos citado son los más comunes, sin embargo existen otros vocablos latinos que también forman su plural añadiendo –s. Algunos ejemplos son: déficit-déficits; hábitat-hábitats; accésit-accésits; superávit-superávits… Hay una excepción, que es la palabra “álbum”, pues forma su plural añadiendo –es (álbumes).
Por último, es muy habitual el empleo de extranjerismos, sobre todo de anglicismos, en los diferentes medios de comunicación, en especial en los periódicos. Todos ellos suelen estar relacionados con el mundo de los deportes, la economía,la tecnología o la informática. Algunos de los anglicismos que aparecen con más frecuencia en las noticias son: hardware, software, ranking,catering,airbag...Esto supone, para muchos de los lectores, el empobrecimiento del castellano.

LA EVOLUCIÓN DEL FEMENINO

En la lengua española carecemos de género neutro, lo que hace que solo podamos distinguir entre el masculino y femenino para referirnos a los distintos elementos, personas, animales que queramos designar.La Era de la modernidad indica una sociedad cambiante en constante evolución en la que la mujer ha ido ganando importancia poco a poco en todos los aspectos del mundo, desde temas éticos, pasando por el mundo laboral hasta llegar al estudio de la lengua. Pero hay que tener en cuenta un aspecto importante dentro del mundo laboral que afecta directamente a la formación del femenino, puesto que existen profesiones en las que la formación de éste puede resultar muy difícil. Y ya no difícil, sino chocante a nuestro parecer. ¿Diríamos una bombero o una bombera? ¿Qué suena mejor? Es un tema bastante complicado de debatir puesto que las generaciones más ancianas pueden mostrarse reacias a estas modificaciones o la dificultad de adaptación a las nuevas formas de concebir los cambios.Aunque este problema no sólo afecta al femenino. Existen profesiones que tradicionalmente han sido realizadas por mujeres por lo que se ha usado el femenino para referirnos a dichas profesiones. Pero cada vez más los hombres se están incorporando a estos oficios, con lo que se busca una palabras con las que identificar a estos trabajadores. Esto plantea otro tema de debate, de confusión, de adaptación… Existen palabras como enfermera, azafata… que se han adaptado perfectamente a la actualidad habiendo creado un nombre masculino para éstos términos (enfermero, azafato). Pero se da la existencia de algún nombre que todavía muestra dificultades para realizar una conversión de su respectivo género, como es el caso de modisto. Pero podemos encontrar más dificultades si nos metemos en el campo del ejército. Én éste, tradicionalmente han participado hombres realizando las distintas funciones que se pueden encontrar en él. Esto ha provocado que prácticamente no existan nombres para determinar los cargos femeninos dentro de éste campo. Así, si nos referimos a un militar, haremos una designación del otro género a través de un articulo (ej: el/la militar). Si queremos cambiar la terminación de la palabra para designar el femenino, lo más seguro es que ésta cambie de significado. Esto ocurre con la palabra “capitán”, por ejemplo. El femenino de capitán es del tipo de nombres comunes respecto al género: el/la capitán. Si dijésemos capitana, estaríamos hablando de la esposa del capitán y no de la mujer que desempeña ese oficio.Otros nombres de oficios que suponen problemas de entendimiento son: periodista, pianista…Pues a pesar de presentar su terminación con –a, que por lo general, los nombres terminados en –a designan a mujeres, en este caso, periodista y pianista pueden referirse tanto a hombres como a mujeres.Será más fácil que las nuevas generaciones se adapten mejor a las formas de designar las distintas palabras puesto que las oirán desde muy pequeños y crecerán con ellas. Pero por el contrario, aquellas generaciones más mayores deberán adaptarse con mayor dificultad, mientras que los ancianos no mostrarán demasiado interés en el tema. Incluir terminaciones para las distintas profesiones es una forma de romper con las desigualdades sociales existentes entre individuos de distinto género.